martes, 19 de junio de 2012




¿Porqué estudié los caballos cimarrones?
Cuando comencé a visitar el Parque Provincial Ernesto Tornquist a fines de 1988 recién me recibía de Licenciado en Ciencias Biológicas,  siempre me interesó la conservación de la naturaleza, me gustaban los animales y especialmente las aves y los mamíferos.
A principio de los 90 me enteré que las autoridades del Parque y algunos biólogos creían que los caballos cimarrones eran un potencial problema para la conservación de la biodiversidad en la reserva y nadie los había estudiado formalmente.
Había visto a los cimarrones en varias salidas en la reserva y me encantaron!! Varias preguntas se me ocurrían: ¿Cuantos había?, ¿Crecían en número?, ¿Cuántas crías nacían y cuándo?¿Cuántos morían y porqué causas?...
Así fue surgiendo mi primer proyecto que inicié en 1995, viajé al Parque Tornquist todos los meses, los primeros meses cada quince días. En cada campaña me quedaba dos días, y cada día recorría a pie unos 10 km observando los caballos cimarrones y tomando datos. Pude ver como se organizaban en tropas-harenes, custodiadas por el padrillo y dirigidas muchas veces por una yegua. Usando binoculares y reconociendo los pelajes y marcas características en cara y patas, empecé a reconocerlos…y a llenar planillas de identificación. Así tome datos hasta fines del año 1998, y terminé mi primer posgrado, Magister en Biología en 1999. La idea central era, además de conocer la ecología de los caballos cimarrones,  aportar información para poder efectuar un manejo adecuado, respetando el bienestar de los caballos y teniendo en cuenta el valor cultural que tienen. Por ejemplo saber cuántos  había que retirar u ofrecer en adopción para que la población no llegara a tamaños demasiado grandes, si alguien decidía hacerlo. (Para erradicarlos no hacía falta ninguna investigación sobre los caballos…)

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